Una clasificación de las drogas para que conozcas sus efectos en tu cuerpo y mente.

 A pesar de que se suele asociar el consumo de drogas a los más jóvenes, las sustancias psicoactivas son consumidas por personas de perfiles muy diversos y de distintas edades.





Los usos que se hacen de los diferentes tipos de drogas son muy variados, y nos hablan de la versatilidad de esta clase de sustancias. Desde las sustancias psicoactivas consumidas hace milenios drogas sintéticas de la época contemporánea, el amplio repertorio de efectos de las drogas ha hecho que sean usadas en muchos contextos.

Un poco de historia sobre las drogas

El hombre, desde sus inicios, siempre ha consumido sustancias que han afectado a su sistema nervioso. De hecho, hay conocimiento de que alrededor del año 3000 a.C. ya se utilizaban algunos opiáceos.

Además, hay datos que demuestran que, por esa época, en Asia, ya se consumía el cáñamo. En América, las hojas de coca se utilizaban como analgésico y, en ese mismo continente, los aztecas hacían uso de algunos hongos como el peyote. Algunos tipos de drogas alucinógenas también han sido usadas en rituales vinculados al chamanismo y a las religiones politeístas, de modo que se interpretaba que las alucinaciones eran en realidad formas en la que planos de existencia alternativos pasaban a formar parte del entorno que puede ser experimentado.

Drogas: distintos usos y efectos

La droga es una sustancia natural o artificial que altera el rendimiento físico, la percepción, el estado anímico y la conducta del individuo que la consume. Estos efectos sobre las personas pueden ser muy variados, y estas sustancias pueden tener distintos usos, lo cual significa que existen diferentes tipos de drogas. Seguro que todos hemos oído hablar del LSD o la cocaína, drogas con efectos muy diferentes, pero ambas muy consumidas y conocidas desde hace décadas.

En la actualidad, nuevas drogas han ganado popularidad y algunas han saltado a los medios de comunicación, pues a pesar de ser tipos de drogas de uso recreativo, producen efectos tan peculiares como peligrosos: las sales de baño, conocida como la droga caníbal, o la Flakka, también llamada “droga de Hulk”, son algunos ejemplos.

Incluso, hay drogas que tienen distintas funciones, como por ejemplo el GHB. Esta droga, que es utilizada como medicamento para el tratamiento de la narcolepsia (bajo en nombre comercial de XYREM), también tiene un uso recreacional y, por increíble que parezca, es empleada por los violadores para neutralizar a sus víctimas, igual que la Burundanga. Esto es así porque dependiendo del contexto en el que se usen las drogas pueden tener usos diferentes; a fin de cuentas, estos tipos de sustancias no tienen solo un efecto concreto, sino varios.



La diferencia entre droga, fármaco, principio activo y medicamento

En la literatura especializada es posible que encontremos la palabra fármaco y droga usada de forma indistinta. Aunque estos términos pueden ser confusos, peor es todavía cuando añadimos lo conceptos de principio activo o medicamento. Es posible que encuentres distintas explicaciones de estos términos en distintas revistas (incluso especializadas), pero en este artículo nos hemos centrado en la explicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).




La palabra droga hace referencia a cualquier sustancia química que es capaz de alterar la conciencia, la percepción, estado de ánimo y la conducta. Las condiciones que se han de dar para que una sustancia sea catalogada como droga son las siguientes:

  • Cuando estas sustancias se introducen en el organismo modifican una o varias funciones psíquicas (por ejemplo, sensación de euforia).
  • Provocan que la persona que lo consuma quiera repetir su uso, pues tienen un efecto potente sobre la región cerebral del refuerzo.
  • Cuando el individuo deja de tomarlo, puede sentir un gran malestar.
  • No tienen aplicación médica, y si la tienen pueden ser utilizadas con fines no terapéuticos.

Mientras algunos autores emplean el término fármaco para referirse a cualquier droga, otros también lo emplean para referirse a los medicamentos. El medicamento, a diferencia de las drogas, sí que tiene un uso terapéutico.

El principio activo hace referencia a la sustancia química que produce el efecto sobre el organismo. En el caso de la droga éxtasis, el principio activo sería el químico MDMA. Hay medicamentos que combinan distintos principios activos y, en ocasiones, puede haber medicamentos que utilicen incluso excipientes.



Cómo se clasifican las drogas

Los tipos de drogas pueden clasificarse de distintas maneras: según si son legales o ilegales, según sus vías de consumo, según sus efectos sobre el sistema nervioso. Vamos a ver cómo se clasifican para conocer un poco mejor los distintos tipos de sustancias psicoactivas.

Drogas legales o ilegales

El término droga legal o ilegal tiene que ver con la legislación del país donde se consume la sustancia. El término ilegal se refiere a que su utilización no está permitida por la legislación de dicho país. Y aunque el consumo propio de alguna sustancia ilegal en ocasiones sí está permitida, la venta está penada con duras sanciones administrativas y/o penales.

Las drogas legales sí que están permitidas, y suele existir un fin económico para su utilización. Por ejemplo, los impuestos recaudados con el tabaco o el alcohol.


 

Puede ocurrir que la legislación de un país permita el consumo y la venta de una droga que en otro país está prohibida, como en el caso de la marihuana, que está permitida en los Países Bajos pero no en España.

Clasificación según su vía de consumo

Puesto que la variedad de las drogas es muy amplia, según su vía de consumo, éstas pueden clasificarse de distintas maneras:

  • Fumadas: hachís, marihuana, heroína, “crack”
  • Vía oral: drogas de síntesis, alcohol
  • Inspiradas: cocaína, speed (sulfato de anfetamina)
  • Inhaladas: pegamento
  • Inyectadas: heroína

Clasificación según su efecto sobre el sistema nervioso

Las drogas también pueden clasificarse según su efecto sobre el sistema nervioso:

Depresoras del sistema nervioso

  • Alcohol
  • Hipnóticos: pastillas para conciliar el sueño y barbitúricos
  • Ansiolíticos: benzodiacepinas
  • Opiáceos: heroína, morfina, codeína y metadona
  • Tranquilizantes
  • Inhalantes

Estimulantes del sistema nervioso

  • Anfetaminas
  • Nicotina
  • Cocaína y otros derivados
  • Xantinas: cafeína teobromina

Sustancias psicodélicas o perturbadoras

  • Alucinógenos: LSD, mescalina…
  • Cannabinoides: hachís, marihuana…
  • Éxtasis, ketamina

Algunas consideraciones sobre las vías de consumo

Cuanto más rápidamente pasa a la sangre la sustancia consumida, más rápidos e intensos suelen ser los efectos. Sin embargo, esto no significa que los tipos de drogas que se inyectan tengan efectos peores que el resto; hay que recordar que algunas pueden ser beneficiosas en contextos clínicos controlados por médicos.

Sobre sus efectos

Finalmente, hay que tener en cuenta que, aunque se conozcan de manera aproximada los mecanismos de acción de muchos tipos de drogas y su consumo pueda ser asociado a la aparición de síntomas muy relevantes que empeoran la calidad de vida de las personas, también es cierto que a la práctica es complicado determinar si cierto fenómeno psicológico o neurológico es causado solo por la administración de estas sustancias.

A fin de cuentas, es muy frecuente que quienes más consumen drogas tengan antecedentes de alteraciones mentales (favorecidas por una mezcla de predisposiciones genéticas y factores contextuales), por lo que, en muchos casos, lo que ocurre después del consumo es de tipo multicausal, fruto de esas problemáticas latentes en interacción con los cambios neurobiológicos producidos en el sistema nervioso tras introducir en el cuerpo cierto componente.


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